lunes, 13 de mayo de 2013

Amores imposibles, parte uno de diez mil.

   Más de una vez me he puesto a pensar en lo mismo. Por qué razón el ser humano se enamora de aquello que le resulta más inaccesible? Es que parece una fija: Esa persona que no te ha mirado nunca, que no le conoces la voz de tanto que te ignora, esa que tiene de novio/a a otra persona tan perfecta como el/ella. Ese/a colega del trabajo, que está felizmente casada/o y que tiene dos o tres hijos saludables y hermosos, una familia hecha y derecha, planes a futuro, su casa propia y hasta mascotas de las que fardar. O la persona esa que vive al otro lado del mundo, pero conocemos mejor que al vecino de junto, y sabemos que tiene todo lo que uno podría buscar en otra persona.
   Si se están preguntando cuál es mi caso, pues vayan sabiendo: Han sido los tres. Cuál duele más? Todas duelen más o menos lo mismo. depende de cómo se lo tome tu corazón. Por ejemplo, el último caso es quizá el más sencillo de sobrellevar. Porque una cosa es que haya alguien más separándote de esa persona perfecta. Otra muy distinta es que esa persona esté físicamente fuera de tu alcance. Está muy lejos como para poder hacer nada al respecto.
   Hay una cuota de adaptabilidad que se gana con las repetidas frustraciones amorosas. Y de ésas tengo varias. Estás tan mal acostumbrado a equivocarte que ya simplemente no duele tanto, si es que duele en primer lugar. Hay tantas heridas de guerra que uno ya no siente más dolor. Triste y dura realidad, desagradable al contacto, siempre tan áspera y ruin. No deja mucho más que la chance de envidiar a quien sí puede estar al lado de esa persona que etiquetaste de especial, y que te resulta imposible ver de otra manera. Envidia poco sana si las hay...

miércoles, 8 de mayo de 2013

Breve reseña de mi persona.

   Pues sí. Finalmente me decidí a iniciar un blog. Razones me faltan. Excusas me sobran:
Tiempo libre, aburrimiento, necesidad de decir cosas desde la seguridad de mi anonimato.

   ¿De qué se va a tratar este blog? Buena pregunta. Supongo que lo usaré como un lugar para descargar ese mundo de cosas que tengo siempre en mi cabeza y que a veces no encuentro con quién dejarlas salir. A lo mejor lo uso como un medio de contar esas cosas que me pasan, y que por múltiples razones no puedo permitir que se sepan. Tranquilos, involucrados. Cambiaré sus nombres y los lugares.

   ¿Que quién soy? Una persona con la autoestima lo suficientemente baja como para mantenerse anónimo. Si necesitan un nombre con el que referirse a mí, que sea Arvandor, Arvandor83, Arvy, lo que les venga en gana.

   También voy a agregar algunas características de mi persona. Mi estatura es ligeramente por encima del promedio, peso aproximadamente lo que debería pesar. No sería la tapa de una revista por mi apariencia aunque no considero que realmente esté tan mal. Varias personas halagan mis ojos. No termino de entender por qué. Cuando no tengo el ceño fruncido, es que me perdí pensando en algo, con los ojos grandes mirando la nada. Cosa que sucede a menudo.
   Pienso mucho más de lo que hago. Pienso, repienso y vuelvo a pensar. No tomo decisiones a la rápida. No hago nada que pueda evitar hacer, o que pueda delegar a alguien más. Trato siempre que me resulta posible evitar a la gente. Al menos el contacto directo. Misantropía for the win. Aunque en realidad lo que odio no es al ser humano en sí, sino ciertas actitudes generales. No me gusta hacia dónde está llevando el mundo. ¿Que yo también soy un ser humano? Sí, y cuánto lo lamento. Esto de tener ideas, pensamientos, conciencia, remordimientos, por no mencionar otros sentimientos propios del ser humano, no es lo mío.

Sí, soy pesimista. Me gusta. Me evita disgustos y tragos amargos. Duplica mi satisfacción cuando las cosas salen bien.

Suficiente de mí por una entrada. Ya escribiré más con el tiempo.